jueves, 1 de octubre de 2009

Reportaje: JUGANDO A LAS MUÑECAS... CON NIÑOS DE VERDAD


¿Quién es el responsable de que una mujer sea madre en la adolescencia?... Hellen Lizet Correa Timaná es una joven alegre, amable y muy conversadora. Tiene 18 años, pero nunca pensó que a los 14 años, su vida iba dar un giro irremediable y menos que a sus cortos 16 años de vida, tendría que asumir una gran responsabilidad que normalmente no es planificada por las jóvenes de esa edad. Ahora Hellen es madre adolescente de una niña de dos años. Pero su historia no es tan imaginable como todos creen...

Todo comenzó cuando tenía catorce años. Ella fue invitada a una fiesta a la cual asistió con su enamorado de 18 años. Tras haberse quedado toda la noche con él, sus padres, quienes eran “pegados la antigua”, pensaron que había ocurrido algo más y la enviaron a vivir con él. Juan, su actual conviviente, aceptó y se la llevó a una habitación donde podrían realizarse como marido y mujer. Luego de un año y medio de relación tuvieron una niña. Hellen sólo tenía quince años y a pesar de su embarazo aún asistía al colegio. Sin embargo, esta situación le trajo problemas, ya que mientras le aumentaba el volumen abdominal por el embarazo, una herida producto de una operación de apéndice estaba siendo afectada.

Durante su embarazo, siempre asistió al Centro Materno Infantil de Castilla, para su atención y luego fue trasladada al Hospital Santa Rosa para el parto, el cual fue por cesaria y muy riesgoso. Al dar a luz, tuvo que dejar el tercer año de estudios secundarios para dedicarse exclusivamente al cuidado de su bebé, una dulce niña llamada Alise Marianna. Actualmente no trabaja, pero su conviviente sí. Él se dedica a vender huevos de codorniz en una carreta en el mercado. Para Hellen no era cosa del otro mundo ir a vivir desde muy joven con su primer enamorado, ya que todas sus hermanas, primas y amigas pasaron por lo mismo.


Ella es una de las muchas mujeres que son madres antes de alcanzar el grado de madurez para tener un niño. El último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), revela que en nuestro país hay 1 329 419 mujeres entre los 15 y 19 años de edad, de las cuales 9 728 son madres; y 873 929 mujeres entre los 12 y 14, de donde 4 562 jóvenes ya tienen un hijo. Sin dejar de lado a Piura, tenemos que; dentro del total de madres niñas y adolescentes son 9 728 que van desde los 14 hasta los 19 años, y 238 de 12 a 14 años. Las provincias que presentan los mayores porcentajes de madres adolescentes son Piura (32,8%), Sullana (19,4%), Morropón (18,1%). En cuanto al porcentaje de madres adolescentes de 15 a 19 años, las provincias que presentan los mayores porcentajes son Piura (36,3%) y Sullana (16,9%).


No son cifras despreciables, son preocupantes. Cada día aumentan los casos de niñas y adolescentes embarazadas, que llegan a ser madres a su corta edad, sin saber la gran responsabilidad que es tener un hijo. Pero muchas veces esto causa en la adolescente estados depresivos y de frustración, como en Hellen, “Por momentos me arrepiento de haberla tenido, porque siento que me he perdido de algunas cosas. Pero cuando veo su sonrisa y su alegría se me pasa y vuelvo a quererla. Es difícil, uno no sabe qué hacer, estás jugando con otra muñeca”.



Un por qué escondido

Pero… ¿Cuáles son las causas de tantos embarazos prematuros? Siempre se ha hablado de violación, el no usar métodos anticonceptivos, la no planificación, locura adolescente, ingenuidad y hasta casi siempre se le echa la culpa a la joven de “semejante estupidez”. Muchos padres optan, a manera de solución, el echarlas del hogar, sin brindarle apoyo, mientras que otros asumen la responsabilidad con ella. Pero la verdadera razón es que, muy en el fondo se encuentra una muchacha que se siente sola y necesita de la atención de los que la rodean, necesita amor.

El dr. Miguel Calderón, psicólogo del Centro Materno Infantil, afirma que, mayormente, las familias viven en constante situación de estrés debido a que los padres deben trabajar por necesidad económica. Esto hace que haya poco nivel de comunicación y afecto, más aún si llegan cansados de su trabajo y no hay un determinado tiempo emocionalmente en el cual puedan interactuar con los hijos. “Esto lleva a que los adolescentes tengan una necesidad de afecto, de comprensión y cariño, y además unido a padres exigentes, autoritarios, o muy castigadores, genera una necesidad de afecto”, dice el dr. Calderón.

Muy cierto lo que dice el doctor. Esto también ocasiona que la joven tenga una autoestima baja, consecuencia de ello, encuentra a una persona que encaja en aquel espacio vacío que siente; y esto se convierte en una relación de enamoramiento. Pero esta relación de amor, es vista por la adolescente como una salvación a su falta de protección y afecto. “Para ella es difícil perder esa satisfacción de afecto, entonces indirectamente puede llegar a aceptar las condiciones de la pareja y una de estas es una relación sexual”, recalca el dr. Calderón. Las consecuencias de esto ya lo sabemos: embarazos no deseados, abortos, suicidio en algunos casos.


Parto anormal

En el caso de Hellen, su embarazo fue inducido. Las circunstancias llevaron a que Alise Marianna llegara al mundo. Pero corrió un riesgo. Su parto no fue normal, tuvieron que practicarle una cesaria. Según la doctora Sandra Luna, obsteriz del Instituto Peruano de Paternidad Responsable (IMPARES) “es por ley médica que toda menor de 16 años tenga un parto por cesaria, ya que su cuerpo no está completamente desarrollado para enfrentar un parto normal”.

Según la dra. Luna, el control del embarazo, al igual que en cualquier otra mujer, se realiza en forma mensual hasta el séptimo mes, a partir de allí se hace en forma quincenal y luego semanal. Es un poco más estricto en lo que se refiere a lo que son los exámenes auxiliares, control de hemoglobina, peso, talla que siempre está por debajo de lo normal, por la inadecuada alimentación que se suele tener en la adolescencia.

Por otro lado, “La pelvis, que es la parte ósea, no está desarrollada al máximo para someterla al riesgo de un parto normal. Los genitales, vulva o vagina, no están desarrollados. Si la sometemos al parto normal hay un riesgo de que la hagamos que pase todo el periodo de dilatación; sin embargo al llegar a la etapa expulsiva, esta no se pueda producir, ya que sus órganos son infantiles aún”, informa la dra. Luna.


Indica también que el niño podría nacer deprimido, es decir que no llore inmediatamente al nacer, utilice oxígeno para la resucitación. Por otro lado, para la madre puede haber un riesgo de hemorragia. Por ello usualmente el parto de una menor de 16 años es cesaria definitivamente. “Le afecta al niño. La mayor parte de los niños nacen con bajo peso, retardo del crecimiento dentro de la vía intrauterina, partos prematuros y a veces se dan abortos”, asegura la dra.


No es igual en la adolescencia que en la etapa adulta

Mayormente, lo primero a que recurre una adolescente embarazada es pedir ayuda al vecino, amiga, amigo y en la mayoría de los casos hay respuestas como “haz esto, o lo de acá”; consejos que, en realidad, no son los correctos. Se sabe que una sustancia que ingresa al cuerpo en un momento en el que hay un embrión, va alterar el desarrollo y la persona puede nacer con enfermedades o trastornos. “En el caso de seguir el mal consejo del aborto, va haber posteriormente un cuadro de tipo depresivo acompañado de un trastorno de estrés post traumático, porque cada vez que se acuerde de lo que sucedió, o lo que hizo, va a entrar en una especie de ansiedad, de miedo, tristeza, sentimiento de culpabilidad y tal vez eso lo lleve hasta la etapa adulta, si es que no recibe la ayuda psicológica”, afirma el dr. Calderón.

En la mayor parte de casos se ve una especie de frustración, la joven expresa que, mientras ha tenido una vida tranquila y vivía para ella; ahora tiene que compartir todo lo que hace con un niño. Suelen mirar a sus compañeras que van a una fiesta, o de paseo y ellas no pueden hacer eso ya que deben asumir una responsabilidad y eso muchas veces les frustra. Por más que digan “si yo quiero a mi bebé”, ellas están en una edad en la que la interacción social se hace más amplia y el tener un bebé hace que aquella interacción se haga reducida, lo que es frustrante. Todo ello, más el no tener la parte económica y no poder satisfacer totalmente las necesidades del bebé y, entonces eso también la lleva a la depresión.



Relación de madre a hijo, ¿Quién manda sobre el niño?


Lo primero que debe hacer una madre adolescente es informarse de acuerdo a las etapas de vida, aprender todo acerca de lo que debe hacer una madre con su hijo y hacerse conciente de por qué debe asumir esa nueva responsabilidad. Se va a frustrar de vez en cuando, pero de todas maneras tiene que enfrentar la situación.


Con respecto al niño, el dr. Calderón enfatiza en que “el hijo de una madre adolescente puede traer ciertas características en el sentido de que la ella, muchas veces, no puede ejercer su autoridad. Está aún en la dependencia de los padres, prácticamente ellos toman la autoridad de ese niño y ella pasa a un segundo plano, algo parecido a una hermana. Entonces eso puede generar frustración en la mamá y empiezan una serie de discusiones entre los padres y ella. Eso genera una inestabilidad e inconsistencia en las conductas del niño”.





Recomendaciones

Es muy importante el nivel de comunicación, pero aquel nivel, no entendido como “conversar y conversar”, porque la familia puede hablar de muchas cosas, del vecino, la novela, trabajo, pero es un nivel de comunicación de lo que cada uno, en cuanto a aspectos emocionales les sucede, expectativas, metas, objetivos; es decir, conocer desde el punto de vista más psicológico que físico.

Instituciones como el Ministerio de la Mujer, ente donde siempre se les dirige a chicas en aquel estado, y la Demuna, son lugares que tiene a cargo la municipalidad, para ayudar a las adolescentes madres sin apoyo alguno.

Ellas deben ser concientes de que están asumiendo un rol que no les corresponde a su edad, pero que no es fácil y que en ocasiones se van a frustrar; pero lo único que les queda es resolver, no hay otra.

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